Ilustración extraída de aquí
En las grandes ciudades vemos tan poco del mundo, que nos dejamos llevar hasta nuestra minoría. En los pueblos y aldeas pequeños no hay minorías; la gente no es suficientemente numerosa. Ahí uno debe ver el mundo, forzosamente. Cada hombre es, en sí mismo, una clase; cada hora trae consigo un nuevo desafío. Cuando uno pasa delante de la posada al final del pueblo deja atrás su capricho favorito, pues no encontrará a nadie con quien compartirlo. Escuchamos frases elocuentes, leemos libros y los escribmos, arreglamos todos los asuntos del universo. Las multitudes mudas de la aldea siguen su camino sin cambiar; la sensación de la pala en la mano no es distinta por mucho que hablemos: las épocas buenas y malas se siguen unas a las otras, como antaño. Las multitudes mudas no se preocupan por nosotros más que el viejo caballo que asoma la cabeza por la verja oxidada del corral de la aldea. Los antiguos cartógrafos escribían sobre las regiones inexploradas: "Aquí hay leones". Al recorrer los pueblecitos de pescadores y labradores de la tierra, tan distintos a nosotros, sólo podemos escribir una frase que es segura: "Aquí hay fantasmas".
(Fragmento de El crepúsculo celta, W.B.Yeats)
(Fragmento de El crepúsculo celta, W.B.Yeats)
Comentarios
Y la música, muy relajante para una tarde de sábado casera y calentita.
Besos!
No conocía la cantante, me has sorprendido gratamente, como siempre.
Saludos
Amo los pueblos, las ciudades solo me gustan en películas, me siento totalmente aturdida a pesar de vivir en una de ellas...
"Aquí hay fantasmas" :))) Precioso...
:-)