... y en homenaje a ese eterno día joyciano, el día del florecimiento, dejo uno de los poemas de este autor irlandés...
James Joyce, Poema XV
Sal, mi alma, de los helados sueños,
Del profundo sueño del amor y de la muerte,
Pues ¡mira! de suspiros se llenan los árboles
Cuyas hojas reprende la mañana.
Domina al este la gradual aurora
Donde brotan suaves fuegos,
Agitando aquellos velos
De gris telaraña de oro.
Mientras dulce, gentil, secretamente,
Repican las campanas de flores matinales
Y el sabio coro de hadas
Empieza (¡innúmero!) a escucharse.
The Dubliners
Comentarios
Me veo con 90 años al lado de la ventana leyendo el Ulysses, quizás por entonces haya aprendido todo lo necesario para comprenderlo ¡O no!
Echo de menos Dublin, pero con el Ulysses tampoco pude...en fin , igual a la tercera...!
Y que viva esa música, si señor!
Saluditos
Alice
Bonita música.
Besos!