De la física cuántica y de los misterios de las casualidades...

Siempre he vivido entre casualidades. No me lo invento, ni alucino, ni creo ciegamente en ellas...simple y llanamente, han formado parte de mi vida...y tan pronto como llegaban, pasaba a olvidarlas al momento...una pequeña anécdota de esas que van poblando nuestras vidas una y otra vez, sin prestarle apenas importancia... Ahora, que siguen ocurriéndome, intento prestarles la debida atención ya que echo de menos esa posible lista de anécdotas que el transcurrir de la vida me ha hecho ir borrando...Pero lo admito, no acabo de lograrlo, aún se me resisten...

Hay algunas, sin embargo, que el recuerdo no ha borrado. Por ejemplo la de cuando debía rondar yo los doce años y recibí una postal de alguien desconocido. En esa época, me escribía con gente de todo el mundo para mejorar mi inglés (de hecho así lo aprendí... ya que no pude ir a academias). Esa postal, que guardé en una cajita junto al resto de mi colección, nunca fue ni firmada ni escrita. Tan solo era un dibujo a todo color de un lugar llamado ‘Sheboygan’ en medio de la nada en Estados Unidos. Años después (muchos años después), mientras estudiaba ya la carrera, conocí a alguien que se ofreció a acogerme en su casa tras mis estudios en la universidad... A esa persona también la conocí casualmente, sin intermediarios...
¿Sabéis dónde vivía? Pues en Sheboygan Falls, un barrio casi de Sheboygan... Cuando le conté esta historia a mi anfitriona y hoy amiga, quedó sorprendida. ¿Cómo se llamaba la persona que te mandó la postal? Seguro que la conozco, me decía, aquí nos conocemos todos... Yo no tenía ni idea, había buscado la postal justo antes de irme porque el nombre de ese pueblo me sonaba vagamente...y al abrir la cajita, di con la postal, sin remitente, sin matasellos, sin ninguna pista... Everything Happens For a Reason, decía mi anfitriona (muy religiosa)... al acabar mi estancia, me guardé esa frase...frase que recuperé este año... cuando encontré –¿cosas del azar?- un imán con esa misma frase en inglés... Me lancé a comprarlo y ahí lo tengo, decorando mi escritorio y atrayendo miradas indiscretas... :) ¿Casualidades?

Y es que hay gente que cree que las casualidades no existen. Que lo que sí existe es la causalidad...Y también en esta línea hay gente que cree que la mente tiene el poder de crear la realidad. Esto es lo que defiende al menos la película ¿Y tú qué sabes? (What The Bleep Do We Know?), defendida y criticada a partes iguales, y que da una versión particular y sesgada, como todo documental polémico que se precie, de lo que significa la física cuántica y de cómo afecta a nuestras vidas. La película es impactante por la radicalidad de su contenido y de su forma... y de ahí su gran éxito también. Nos da una visión distinta de la realidad, contada por una combinación de opiniones de gurús y científicos. A cada cual le corresponderá creerse más o menos lo que allí se cuenta. Uno de los ejemplos que muestra es el experimento de Maseru Emoto (véase vídeo), donde se ve cómo los mensajes (en definitiva, las palabras) modifican las moléculas del agua, y por tanto también pueden afectar a otras masas (entre otras, nuestro cuerpo). De ahí surgirá luego la gran pregunta central de la peli, de si pueden modificar la realidad. ¿Puede ser esto el origen de las casualidades?? Lanzo interrogantes: ¿Alguna vez habéis estado pensando en alguien y al poco rato habéis recibido una llamada de esa persona? ¿O habéis descubierto un disco y luego os lo habéis encontrado en casa de un amigo? ¿O alguna vez os topáis con alguien que durante años no habíais visto y de repente os reencontráis por todas partes?

Inabarcable tema, supongo. Pero también curioso y de inagotable interés para gente que admiro como Paul Auster o Woody Allen (Match Point). Tema también, protagonista parcial de un libro llamado “El llibre de les emocions”, colección de historias reales de los oyentes de ese programa que desde ya, os recomiendo. Y por último, tema también de un post reciente en Sapere Aude, gracias por la final inspiración :)