...Pero lo peor es que la decisión la tomo de día, así que no tengo excusa :) Porque me digo que no, que me lían para hacer fotografía nocturna y se pasa mucho frío, y nos metemos en sitios donde no deberíamos meternos, y luego no sale nada como teníamos previsto y, como mucho, logramos tres imágenes (si hay suerte) después de muchas horas iluminados solo con la luna o la luz de las linternas.
Pero al final, siempre caigo, me invitan unos amigos a un lugar perdido y ahí que me voy, sabiendo que otra vez me acostaré a las 6 de la mañana como muy pronto.
Y mientras estamos ahí, sintiendo el frío y oyendo ruidos fantasmagóricos de fondo, y al poco recogiendo mil bártulos tras dispararse una alarma, nos damos cuenta de que en realidad lo menos importante es la foto. Lo que importa es como siempre lo que no se ve, lo invisible...
Todo aquello que ni el más avanzado sensor de nuestras cámaras será capaz de captar...
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