Trasplantar a la pantalla algo subterráneo, hacer visible para la gente
lo que no se conoce prácticamente. Quiero contar cómo se puede tener a
alguien cerca con este problema sin que ni esa persona lo sepa ni el que
está al lado tampoco. El cine tiene esa capacidad. Además, a mí me
interesa profundizar en temas subterráneos, nunca me conformo.
(Extraído de aquí)
Voy a ver "La herida" y me encuentro con que somos tres personas en la sala. Día del espectador. En pocos minutos empieza la película. Tengo muchas ganas de verla. Desde que vi en la TV un par de escenas sabía que no quería perdérmela. Empieza la cinta y enseguida acompañamos a Ana en su día a día. He escuchado un par de entrevistas previas y sé de qué va más o menos. Gracias a eso, voy siguiendo esta película que me atrapa, me hace encariñarme con este personaje y a medida que avanza, no quiero que pase el tiempo porque me gustaría conocerla más, escucharla más, saber más de ella, de cómo ha llegado hasta aquí. Intuyo el origen de esa herida que ha creado a este personaje. Lo intuyo por un par de escenas, por lo que imagino detrás de un par de frases. Cuando llega la escena final, pienso: por favor, que no termine así, pero lo hace. Y no sé si lo que me queda es decepción u otra cosa que no sé definir. La verdad es que no acierto a ponerle palabras. Pienso bastante en la película mientras vuelvo a casa. Me llena la cabeza de preguntas y sobre todo, de sensaciones. Leo entrevistas, leo sobre el trastorno que citan constantemente en las reseñas, pero me quedo ahí. Ojalá Franco, su director, hubiera ahondado más, hubiera dotado de cierto sentido al dolor de este personaje, ojalá no hubiera dejado tanto todo en el aire, entre brumas, convirtiendo al espectador en alguien más que no comprende a Ana o si lo hace, es gracias a su imaginación o a una cierta o excesiva empatía. No obstante, me quedo con que la película nos ha descubierto a una enorme actriz: Marián Alvarez. Y solo por eso, le perdono esos vacíos y ese tan desesperanzado final. Y es que pienso que si Ana, la verdadera, la Ana que seguro existe en algún lugar cercano, viera esta película, esta cinta la heriría aún más...
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