De Paul Auster... again

Words can hurt, but can’t kill...
Las palabras pueden herir, pero no matar...
(Paul Auster... ayer)

Paul Auster estuvo ayer en Barcelona. Casi le extienden la alfombra roja en el Saló de Cent del Ayuntamiento... Un recibimiento con musiquita a lo USA (pa que luego digan que solo allí son patrioteros y BCN es mega ‘cool’ y moderniki) y una serie de preguntas no muy interesantes la verdad (¿Ha visto usted Vicky, Cristina, Barcelona?). Pese a ello, en esa corta hora que el autor norteamericano nos dedicó, supo sortear, encaminar y responder embelesando al personal allí congregado... (Y que antes había formado diligente cola como si de una estrella del rock se tratara...).

La verdad es que tengo muchas ganas de leer su última novela, Un hombre en la oscuridad (A Man In The Dark, donde el protagonista es alguien con insomnio que de noche empieza a imaginarse historias, entre ellas, la de una América paralela (una América donde no ha ganado George Bush ni se ha invadido Irak). Me viene muy recomendado por alguien de fiar así que intentaré ser obediente y leerlo cuanto antes :)

Es curioso... Me comentaba este alguien de fiar la casualidad de cómo en el último mes se ha topado con Auster unas 4-5 veces... (Ha estado en Nueva York) y de cómo en un tren donde precisamente leía a Auster le pasó una de esas historias ‘extraordinarias’ que el autor habría podido incluir en uno de sus libros. En Creí que mi padre era Dios, por ejemplo, un compendio de historias verídicas e increíbles y que Auster recopiló gracias a un programa de radio (y del que habló ayer por cierto).

Y es que creo que Auster gusta por eso: por esa capacidad de hilvanar lo real y lo irreal, lo creíble y lo increíble, el azar y la casualidad, lo ordinario y lo extraordinario... de forma a veces incompleta e insatisfactoria (¿y qué? xD), dejando cabos sueltos y no poniendo el punto y final a ciertas subhistorias de sus novelas (como una lectora le recordó en la charla).... Vaya, igual que hizo ayer cuando le preguntaban algo y él, sin saber mucho cómo, ya se había puesto a contar una anécdota o historia... que de repente relacionaba con su 'universo literario', dando pinceladas, contando cómo habían ido a parar ciertas historias a sus novelas, así 'casualmente'... contando y contando, repito, pero sin tampoco detallar demasiado, lo justo... sin dar así por norma las respuestas... sino más bien lo contrario.... De eso -en teoría- trata la literatura... ¿no?

Viva Auster, a todo esto :)

Más:

http://www.paulauster.blogspot.com/

Entrevista en RAC1

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