De sustos...

Creo que un día de estos voy a hacer un ranking de mis palabras más temidas. Aquellas que con solo escucharlas o leerlas consiguen que se me pongan los nervios de punta y que me evocan situaciones catastróficas en cuestión de segundos. Una de las que podría ocupar uno de los primeros puestos es, sin dudarlo, la palabra ‘troyano’.

Pese a haber lidiado solita (tras malas experiencias con informáticos) con virus y otros códigos maliciosos, pese a haber trabajado en un entorno de ese ámbito, pese a haber hecho incluso algún curso... es leer esta palabra y se hacen presentes toda una serie de inseguridades y peligros repentinos que podrían asaltarme en el momento más inoportuno, es decir, ¡ahora mismo!

Viví, pues, de nuevo esta experiencia hace escasos días, tras visitar una simple web de música cuando se me instaló uno de estos troyanos. Mi antivirus no pudo eliminarlo, ni ponerlo en cuarentena, ni ná....Asustada ya b-a-s-t-a-n-t-e, perdí así gran parte de la mañana investigando el tipo de troyano (riesgo bajo...¡menos mal!) e intentando deshacerme de él. Para una que fue durante mucho tiempo anti-ordenador (ay, qué ironía la vida!), esta clase de experiencias me vuelven a retrotraer a esos tiempos en los que le tenía pavor a un simple teclado y a sentirme igual de histérica que por aquel entonces...

En fin, todo se quedó en un susto.... Y es que por un rato, me volví a sentir muy pero muy novata en esto de la informática y por un rato, también me acordé de este genial vídeo que parece tomado de mi vida real...y es que cuando deja de funcionar Internet o mi PC, mi jornada bordea el desastre :)