No queremos ser madres.
La ausencia de un heredero
que deje borrones.
Seguir siempre hijas.
Que nos abrace como nos abrazaron,
Y nos peinen y presumas de nuestras notas
ante los vecinos.
Que cada libro sea para nosotras, cada pensamiento.
Para nosotras. En una habitación
de una sola cama.
Pilar Adón, Las órdenes, Ed La Bella Varsovia
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