"Lo olvidó todo hasta que, un día, cuando tenía ya veinte años, tuvo un extraño sueño en el que ella era Calpurnia Pisonis, la mujer del emperador Julio César, la misma que tuvo un presagio terrible mientras dormía y le predijo a su marido que moriría en 'los Idus de marzo'. Isabelle, en su extraño sueño, dejaba de ser de pronto Calpurnia para convertirse en la propia Isabelle y tenía una revelación en la que se le predecía que moriría vestida con una blusa o tal vez una falda negra, bailando, sedienta, un dos de febrero en el que llovería".
(Enrique Vila-Matas, extraído de "El día señalado", Editorial Nórdica). Más aquí.
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