“Lo que tenemos que conseguir es reconstruir cómo el mundo las miraba a ellas. Si logramos saber cómo eran miradas, vamos a saber cuál era la mirada que ellas tenían sobre el mundo”.(Selva Almada, en El País)
Selva Almada cuenta las historias de Andrea, María Luisa y Sarita, pero siguiendo su huella añade un sinnúmero de historias semejantes de otras mujeres asesinadas, maltratadas o humilladas en la misma rueda. Son fogonazos narrativos engarzados con un aparente desorden, pero que dejan bien sedimentada una idea capital: en ese universo, los casos de las tres chicas protagonistas no son excepciones exóticas, sino la norma social. Al final no recordamos bien la historia de ninguna de ellas porque lo que menos importa son sus historias particulares. El rompecabezas queda voluntariamente incompleto y voluntariamente enredado. (Extraído del citado artículo de El País)
Comentarios