Sus retratos son así: emotivos, intensos y dramáticos. El alma de sus retratados queda al desnudo, como sus rostros. Les va quitando los velos de la apariencia, del saber estar, del pudor, y va dejando a la persona sin ninguna máscara donde esconderse. Así logra que sus imágenes rezumen dolor, angustia, locura, desgarro... (Extraído de aquí)
Tres años han pasado desde que empecé en estos mundos (complejos) de la fotografía. Tres años capturando imágenes y probando estilos y temáticas diferentes. Después de todo este tiempo, vuelvo al origen, a cómo empezó todo: a los rostros y a la fotografía de calle. Con eso me quedo. Por eso me alegra siempre encontrarme con nuevas visiones, nuevos ángulos. Como el de Brett Walker, un fotógrafo británico que es una pasada...Aquí os lo dejo.
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Sergi