Lo del canon sobre préstamos de libros es la gota que colma el vaso del absurdo y llamo a la rebelión a las bibliotecas —que no lo paguen—, porque llamar a la rebelión de los lectores serviría de muy poco. Al contrario, si dejáramos de leer sería una fuente de alegría para algunos. (Extraído de este imperdible artículo de El país)
Lo del canon sobre préstamos de libros es la gota que colma el vaso del absurdo y llamo a la rebelión a las bibliotecas —que no lo paguen—, porque llamar a la rebelión de los lectores serviría de muy poco. Al contrario, si dejáramos de leer sería una fuente de alegría para algunos. (Extraído de este imperdible artículo de El país)
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