Hace algún tiempo que empecé a seguir su trabajo fotográfico. Gracias a un amigo común, visité su web y fui leyéndole en Facebook. Supe entonces más de él: que había dado la vuelta al mundo y que era mago, literalmente. Un buen día decidió dar la vuelta al mundo inspirándose en Julio Verne y hacer feliz a los demás, en especial a los niños más desfavorecidos (sí, aún existe gente así).
Tras leer todo esto, sabía que algún día me toparía con él. Y así fue...hace unos días, pude tenerlo (algo inesperadamente) como profesor particular de paseo e historias en el Raval. Fue un placer descubrir qué es lo que ve él y no ven los demás, en qué se fija y sobre todo, cómo sin pasar en absoluto desapercibido es un absoluto artista de la improvisación y, claro está, de la magia. La verdad es que me encantó conocerle y estoy segura de que seguro que nos topamos otra vez. Os animo a visitar su web y su proyecto humanitario. Y os dejo con algunas fotos de fondo de ese paseo...
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