De Roman Vishniac...


Porque a los judíos se les prohibió tener cámaras fotográficas, Vishniac salía a veces con la suya disfrazado de nazi

Disfrutó de la belleza y la bulla de esa edad de oro de las grandes ciudades que fueron los años veinte y treinta en Europa, pero con igual energía recorrió caminos inhóspitos que sólo podían ser transitados a pie o en mulo buscando las aldeas donde vivían comunidades judías aisladas, absortas en la religión y en la pobreza. Para llegar adonde estaba prohibido o donde sabía que no iban a recibirlo bien, Roman Vishniac se hacía pasar por viajante de telas, lo cual justificaba la maleta en la que llevaba su breve equipaje fotográfico.

Extraído de El País, artículo aquí

Comentarios

raúl ha dicho que…
me ha encantado el violinístico viaje fotográfico, estos retratos de gente, el testimonio de todo un pueblo.