Me doy por vencida. Da igual lo vivido, lo leído, lo visto, lo escuchado, pese a todo, estamos todos aborregados. Sí, sí, tú también que intentas tener criterio propio, y yo también claro, por supuesto que no me escapo. Dan igual los pasillos estrechos por los que hayamos deambulado o nos hayamos agazapado. Todos andamos (o corremos) chocando en el mismo laberinto. Aceptémoslo, pues. Rindámonos, tal vez. Por mucho que nos encabritemos, las sutiles influencias de lo establecido hacen mella en nosotros. Quizá no conozcamos el día, la hora o el minuto, pero en determinando instante, alguien que iba bien camuflado, se desvelará, todo era pose, todo eran intentos vanos. Aborregados, repito. O devenidos zombies, su versión posmoderna y mejor sonante. No sé por qué nos asombra. Creo que inconscientemente, nos vemos ahí reflejados. Y es que aunque dé miedo, es así. Ya vivimos entre zombies. Incluso lo son aquellos que no creíamos que lo fueran. Probablemente lo seamos nosotros mismos. Yo incluida. Y lo que me/nos queda...
Comentarios
no
BEEEEEEE!
en nuestro balido aún hay esperanza :)))
Si todos lo borregos fueran como tú joia, que orgullo de corral tendríamos!!!
Con lo que nos enseñas día sí día también...
Gracias, Paymon, pero no te creas...yo en proceso de aborregamiento aunque espero que no llegue a más :D