Apareció Ellroy y su fibroso e imponente aspecto de marine malísimo pareció por un momento dar la razón al argentino. Y más cuando leyó, gesticulante y actorazo total, las primeras páginas de su novela. Impagable el momento en que con gran intensidad se llevó la mano a la bragueta.(Extraído de aquí)
Si hablo de James Ellroy, tal vez no os suene el nombre. Si menciono, en cambio, que es el autor de LA Confidential o La dalia negra, quizá ya se ubique un poco. Para los fans de la novela negra o aquellos que han estudiado periodismo, seguro que lo sitúan más bien como el autor de Mis rincones oscuros, un estremecedor libro de no ficción, donde relata la investigación que llevó a cabo intentando indagar quién fue el asesino de su madre. Considerado, así pues, como un nombre fundamental de la narrativa negra, este escritor estadounidense se pasó ayer por BCN para presentar su nuevo libro, Sangre Vagabunda (Blood's a Rover) y allí que me fui para escucharlo y sobre todo, para observarlo.
Y es que Ellroy prometía y no defraudó. Presentado por Rodrigo Fresán (¡siempre le toca a él cuando viene un grande de las letras americanas!), Ellroy empezó la lectura y la conversación con Fresán pidiendo que lo jaleáramos con más aplausos. Se define como un autor-entertainer y así lo demostró ayer. Más mayor de lo que creía, habló un poco de todo: de su seguridad de que no existe mejor autor que él (salvando quizá a Delillo), de su fe en Dios, de su amor extremo por Beethoven, del definitivo adiós a su proyecto con la HBO de llevar a la tele American Tabloid, de su tranquila existencia ajeno del mundo y claro está, de su última novela (¡que a eso venía!) y de las que le quedan (en principio, una autobiografía para el próximo año y otro ciclo de cuatro novelas con trasfondo histórico). Entretenido, el Sr. Ellroy, con su deje slangy y voz y ademanes teatreros... Alguien que como dijo, no se puede quejar demasiado. Con lo que ha pasado este hombre, está más que contento. Y no me extraña. Su pluma ha firmado ya clásicos del género negro. Clásicos adictivos, de lectura rápida y estilo en staccato. El hombre que en su juventud mató a un dobermann con sus manos sigue dando miedo, como advirtió Fresán, pero ahora por suerte lo hace desde sus novelas, cada vez más ambiciosas y voluminosas, por cierto...
Dejo aquí un vídeo con uno de los mismos fragmentos que leyó ayer, en un auditorio sorprendentemente bastante lleno...
Más infoY es que Ellroy prometía y no defraudó. Presentado por Rodrigo Fresán (¡siempre le toca a él cuando viene un grande de las letras americanas!), Ellroy empezó la lectura y la conversación con Fresán pidiendo que lo jaleáramos con más aplausos. Se define como un autor-entertainer y así lo demostró ayer. Más mayor de lo que creía, habló un poco de todo: de su seguridad de que no existe mejor autor que él (salvando quizá a Delillo), de su fe en Dios, de su amor extremo por Beethoven, del definitivo adiós a su proyecto con la HBO de llevar a la tele American Tabloid, de su tranquila existencia ajeno del mundo y claro está, de su última novela (¡que a eso venía!) y de las que le quedan (en principio, una autobiografía para el próximo año y otro ciclo de cuatro novelas con trasfondo histórico). Entretenido, el Sr. Ellroy, con su deje slangy y voz y ademanes teatreros... Alguien que como dijo, no se puede quejar demasiado. Con lo que ha pasado este hombre, está más que contento. Y no me extraña. Su pluma ha firmado ya clásicos del género negro. Clásicos adictivos, de lectura rápida y estilo en staccato. El hombre que en su juventud mató a un dobermann con sus manos sigue dando miedo, como advirtió Fresán, pero ahora por suerte lo hace desde sus novelas, cada vez más ambiciosas y voluminosas, por cierto...
Dejo aquí un vídeo con uno de los mismos fragmentos que leyó ayer, en un auditorio sorprendentemente bastante lleno...
Femme Fatale- Velvet Underground
Comentarios
Besitos!!!
Gracias x el enlace, Casey y saludos! (cuanto tiempo!) :)
por cierto, sigo pendiente del tema reiki pero no he tenido tiempo OFF...