Siempre he estado ávida de respuestas. Inmediatas, concretas, directas al grano. Por eso, se me daban tan mal los exámenes o trabajos donde se debía escribir demasiado. ¿Para qué divagar y divagar sobre un tema si lo mismo puede decirse en una línea? Una vez me suspendieron por eso. El profesor me dijo: llevas razón, la respuesta es correcta pero debes ‘enrollarte’ media página al menos. Es decir, ¿elaborando y elaborando para llegar luego a la inicial respuesta? Sí, me dijo. Flipé...y suspendí hasta repetir el examen siguiendo sus instrucciones.
Lo malo, no obstante, de encontrar respuestas es luego darse por satisfecha (debo ir al médico pero ¡ya!), aceptarlas y darlas como buenas porque es como todo, cuando se llega a la meta, la cosa ya ha perdido su gracia. Hasta ese momento, existían multitud de posibilidades y una vez uno/a topa con la respuesta, debe decidir si aceptarla, confrontarla u olvidarla... Si seguir dándole vueltas al asunto y reanudar el diálogo, vaya...
No sé si por eso nunca me gustó la filosofía (sacrilegio debe pensar ahora eskilhans, lo siento) pero, en cambio, siempre me atrajo más la literatura que, sin pretenderlo, también era una especie de fuente inagotable de diálogo en la que a veces hallé, sin quererlo, ciertas respuestas. Odio la frase de lo importante son las preguntas...pues sigo queriendo (y reivindicando) respuestas (¡).. Lo sé, voy al revés de todo...
Lo malo, no obstante, de encontrar respuestas es luego darse por satisfecha (debo ir al médico pero ¡ya!), aceptarlas y darlas como buenas porque es como todo, cuando se llega a la meta, la cosa ya ha perdido su gracia. Hasta ese momento, existían multitud de posibilidades y una vez uno/a topa con la respuesta, debe decidir si aceptarla, confrontarla u olvidarla... Si seguir dándole vueltas al asunto y reanudar el diálogo, vaya...
No sé si por eso nunca me gustó la filosofía (sacrilegio debe pensar ahora eskilhans, lo siento) pero, en cambio, siempre me atrajo más la literatura que, sin pretenderlo, también era una especie de fuente inagotable de diálogo en la que a veces hallé, sin quererlo, ciertas respuestas. Odio la frase de lo importante son las preguntas...pues sigo queriendo (y reivindicando) respuestas (¡).. Lo sé, voy al revés de todo...
Ilustración: Paulina Parra
Comentarios
Lo pero son las respuestas que tenemos claras...no necesitando confirmación externa ninguna...y que aún así seguimos sin aceptar...incapaces de pasar página!
Por ejemplo:
pregunta: me conviene esto?
respuesta: NO. lo sabes bien que no!
y ala! ahi..sigues dándoles a al cabeza...
(comment inspirado en experiencias personales de este mismo finde! uuuuuf! sorry!)
(comment inspirado tb en experiencias personales ;)
Hay que hacer algo al respecto (!!!) XDDD