Dry Martinis


Traducir normalmente implica hacerte experto en cuestión de horas, sino minutos, de temas tan sumamente dispares como la elaboración del tempura japonés, los secretos del sadomasoquismo o como me ha sucedido esta semana, los orígenes de bebidas como el Martini o el Daiquiri...
Me he enterado así que el Martini tiene orígenes inciertos y distintas teorías sobre su nacimiento. Aquí van algunas sobre las que he tenido que indagar:

1) El rifle Martini & Henry. Muchos ingleses afirman que el Martini adoptó el nombre, desde el primer sorbo (es decir, desde el primer culatazo), del famoso rifle utilizado por el ejército británico y que se caracterizaba por su fuerte retroceso y exactitud. El Martini es un cóctel contundente, poderoso, disuasivo, con un golpe seco, limpio, certero, impecable como una bala de plata disparada por un rifle Martini.& Henry.

2) El minero de Martínez. Otra de las leyendas acerca del origen del Martini relata que a fines del siglo XIX, en el bar de Julio Richelieu, en la localidad de Martínez, California, un minero rico ofreció una recompensa en oro a cambio del mejor cóctel. Por supuesto, él sería el único jurado calificador. Estuvo tres días con sus respectivas noches en plena evaluación y el ganador según su criterio fue una mezcla de tres partes de gin y una parte de vermut rojo, con una aceituna en su interior. Después de recuperarse de la saturación alcohólica y en consenso con sus invitados lo denominó “Martínez”, en honor al pueblo.

3) El Profesor. Es el apodo de Jerry Thomas, uno de los cantineros más emblemáticos de la historia de las barras norteamericanas. Alcanza él más alto nivel de la fama hacia 1880, en el bullicioso comedor del Hotel Occidental de San Francisco. Thomas da cátedra sobre cócteles, sabe todos los secretos para mezclar correctamente aguardientes, licores y zumos. Su creatividad no tiene límites. Entonces no puede quedar fuera de sus creaciones el primero, el último, el mejor, el cóctel por antonomasia, nos referimos al Martini.

4) San Francisco: Un barman anónimo tenía la costumbre de poner a sus creaciones un nombre relacionado con la persona para quien había preparado el cóctel. Un día, un cliente completamente satisfecho salió feliz de su cantina gracias a los efectos de una mezcla de ginebra con vermut. El cantinero sólo sabía que el sonriente cliente se dirigía al pueblo de Martinez. Cuando le preguntaron qué le había preparado para ponerlo tan contento, el cantinero respondió: “Martinez”, que pronunciado en inglés suena “Martini”. Pronto llega la historia al pueblo de Martínez, pequeña comunidad de la bahía de San Francisco. Sus hábiles habitantes reivindicarían la paternidad del combinado y todos los años en primavera celebran festejos en honor de su Dry Martini (Fuente: www.historiacocina.com)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Vaya , y yo con todo lo martinera que soy, toda la vida pensando que era un bebida italiana...
Y.
syl ha dicho que…
Nunca te acostarás... :-)